viernes, 31 de diciembre de 2010

The best is yet to come


Solo cerrando algunos círculos vamos redondeando la vida. Tiene que ver, y qué cosas,  lo primero suena triste, y lo segundo, sumamente alegre. Una vez traté de explicarle a un amigo por qué el círculo simbolizaba la perfección. Él, como siempre :P, trató de que se lo demostrara con datos científicos, que yo, como siempre también, desconocía.

Solo sé que es así, no me preguntéis por qué. Me consta. Que un círculo a medio cerrar es vicioso, y sin embargo, cuando ha tenido un buen clic, pasa a ser virtuoso. Y se sienta uno ante una taza de té -verde o rojo-, y puede empezar a narrar su vida sin que en ninguna parte de la historia un molesto nudo impida seguir hablando y ahogue. Fluyen las palabras, las anécdotas, las experiencias, las risas y las emociones. Ciertos hechos no han hecho más que completar y adornar el conjunto de nuestra vida. Porque una vida llana y tranquila no se aprecia si no se ha probado la otra: la que duele quizás, la excitante. Lo bueno es contarlo.

Lo mejor está por venir :)

miércoles, 22 de diciembre de 2010

A un buscador de tesoros


Tenía que ser junto al mar, claro que sí, donde se hundían aquellas inmensas naves en otras épocas y donde se juntan los amigos desde siempre para pasar días de risa y playa. Sentados sobre rocas, con ropa aún demasiado fresca y fina como para obviar la dureza del improvisado asiento.  Fue allí donde entrecrucé mi mano con la de un buscador de tesoros. Una mano pequeña la suya, redondeada, cálida, acogedora; largos, fríos y finos mis dedos. Dos pieles blancas y dos personas a medio vaciar en esos momentos.

Entre cientos de canciones y palabras... la vista; observando nuestra tierra como nunca antes, desde lugares muy muy altos. Respirando mejor de lo previsible, haciendo trabajar mis pulmones oxidados y al tiempo volviendo a recuperar la alegría que solamente se siente cuando se encuentra un alma gemela. La que tan difícil es de describir, como cuando cuentas y no acabas sobre algo nuevo que has descubierto y te ha entusiasmado... y te das cuenta de que una tercera persona no puede nunca, solamente con datos, llegar a entenderte.

Entre cientos de conversaciones y fotografías: compartiendo, adquiriendo, enriqueciendo, motivándonos... ganando.

Kilómetros en coches blancos, desempolvando canciones y recuerdos, saliendo al mundo, coincidiendo... y lo mejor, riendo sin parar.

Que gracias por hacerme caminar, escalar montañas, pedalear... Por haber hecho que mi muerte solamente durara veintisiete días, por haberte comprado esa hucha, por haber querido acompañarme a América :) ... por estos casi cuatro meses tan bonitos, y porque nuestra despedida ha sido como nuestra historia, casi de ficción: tierna, risueña y dulce.

Incluso con nubes errantes a nuestra izquierda y una bandada de cuervos volando todos a la vez.



(The whole of the law, Yo la tengo)

sábado, 18 de diciembre de 2010

Como una isla


Me acerqué a Gloria Fuertes por Ant, claro. La recordaba -como imagino la mayoría de gente de mi generación-, por la gata chundarata y rimas parecidas (confieso que he tenido que buscar porque recordaba más la parodia de Martes y Trece que a ella misma :$). Luego, lo que tiene el tratar de quitar las capas de una persona o un autor: despojarse de la primera impresión, de los prejuicios, del desinterés, de la no-prioridad, de los nomeapetece, nomellamanadalaatención y demás razones o excusas, como quieran ser llamadas. Pero mira, qué bien escribía esa mujer. Y cómo fue capaz bastante joven de acotar al menos su estado de ánimo y reflejarlo tan bien con palabras.

Estos días nos repitieron por segunda vez en un mes que uno no es que no sea comprendido, sino que simplemente no se explica bien. Que no debemos decir: "¿me has entendido?", sino "¿me he explicado?" (al parecer es la primera lección que estudian los coach...), porque uno rumia y vomita palabras sabiendo qué siente al escribirlas, al decirlas, pero el resto... pues no tiene por qué saberlo. E incluso a veces releemos algo escrito años antes y ni nosotros mismos sintonizamos con ese texto, y es como si leyéramos a un desconocido del que no sabemos siquiera el nombre ni  el sexo ni la edad, incapaces de ubicarnos o sentir empatía, solamente porque no se le entiende nada :).

Dejo pues esta poesía, porque Gloria sí sabía cómo explicar cómo se sentía, y tomo prestado pues su sentir:
Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
—sola solo—.

Hay aves en mi isla relucientes,
y pintadas por ángeles pintores,
hay fieras que me miran dulcemente,
y venenosas flores.

Hay arroyos poetas
y voces interiores
de volcanes dormidos.

Quizá haya algún tesoro
muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño
pedazo de carbón!

Los árboles del bosque de mi isla,
sois vosotros mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene el mar que me rodea!

A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo;
—manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo—.

Un nombre que me sube por el alma
y no quiere que llore mis secretos;
y soy tierra feliz —que tengo el arte
de ser dichosa y pobre al mismo tiempo—.

Para mí es un placer ser ignorada,
isla ignorada del océano eterno.

En el centro del mundo sin un libro
sé todo, porque vino un mensajero
y me dejó una cruz para la vida
—para la muerte me dejó un misterio.
(Isla Ignorada, 1950)

viernes, 3 de diciembre de 2010

Todos duermen

(Fotografía "cobertera sedimentaria despegada", por popsique)

"Todos, todos duermen. Todos están durmiendo en la colina"

Estos días recuerdo una frase. La leí por primera vez el 21 de octubre de 2009. Lo que tiene dejar las cosas por ahí flotando, que luego sabes exactamente cuándo leíste, qué pensaste y qué sentiste y el cerebro no necesita apenas esfuerzo para ubicar sentimientos, y se lee lo que se sentía en ese instante justo, al igual que sabemos qué hora era, qué día y qué modelo de cámara utilizamos un instante concreto. Antes puede que todo fuera más emocionante, usábamos la palabra "aproximadamente"... ;ahora nada es aproximado en la memoria, todo queda escrito, de manera explícita u oculta, y aunque huyéramos y quisiéramos borrar algo del mapa, incluso a nosotros mismos, siempre quedaría algún chispotazo minúsculo en cualquier lado, una huella, con un nick, con otro, en nuestra época oscura, en nuestra época clara, cuando éramos ecologistas radicales, cuando lo fuimos menos porque nos acoplamos al mundo, qué remedio, cuando fuimos totalmente transparentes, sin importarnos compartirnos totalmente a la vista de los demás, porque nos sentíamos felices, porque queríamos que el resto del mundo fuera más bonito y destilábamos amor por todos nuestros poros... y cuando nos arrastramos contra todo pronóstico.

Cuando leí esa frase, que yo recuerde, no había para tanto. Pero eso lo pienso ahora, claro. Si veo el momento justo en que la plasmé por ahí, con otro nick y en otro sitio, recuerdo que veía el mundo como una película. Me autodisculpo porque empecé a adorar el cine hace relativamente poco, y fue como cuando se descubre el mundo, que se va a trompicones, torpemente, con el pie redondo, dando tumbos. La realidad vista con ojos de recién enamorada del cine: todo un guión, todo una imagen, historias más o menos bonitas, conversaciones afectadas, dramatismo también, necesidad de que sucedieran cosas porque sí, porque al fin y al cabo era mi historia y tenía que resultar(me) perfecta.

Hoy recuerdo pues esa frase, sacada de Spoon River, pueblo de muertos, microhistorias y epitafios. Dejé de pensar en la vida dentro de un rectángulo luminoso en una sala a oscuras y me vino como una bofetada. La busqué pensando por qué ese 21de octubre me hizo llorar y seguro, fijo, que el año que viene vuelve a venirme y me preguntaré -otra vez- por qué volvió a principios de este diciembre dejándome de nuevo traspuesta.

Puede que sea solamente el frío.

"This life's sorrow:
(...);
(...)that our hearts are drawn to stars
Which want us not"
"Esto es lo triste de la vida:
que nuestros corazones se sienten atraídos por estrellas
que no nos quieren"

(Herbert Marshall, Antología de Spoon River, Edgar Lee Masters, 1915)

 Interesantísimo artículo sobre Spoon River aquí.