sábado, 18 de septiembre de 2010

Espirales



No sé cómo hace el resto de la gente, pero yo tengo en mi carpeta de recibidos (todavía no prioritarios porque no estoy -aún- lo suficientemente loca para responderme a mí misma ) varios mails de mí para mí , que soy un anónimo usuario, con trocitos de texto, frases sueltas... recordatorios al fin y al cabo.

Cuando Schopenhauer pensaba -y de qué manera-, no existían estos aparatos que a veces se nos van de las manos, aunque el proceso que seguiría para recopilar su  Eudemonología  (también aquí) sería el mismo que sigue mucha gente en txt... o yo misma con mails estilo boomerang (¿se ha entendido algo? :S)

El tratado, que pasó inadvertido en su tiempo por no ser un todo en sí, sino formar parte de anotaciones en carpetas y papeles varios, se resume en una máxima, que deja entrever el conocido pesimismo que caracteriza al filósofo:

"La definición de una existencia feliz sería: una que, vista de manera puramente objetiva sería decididamente preferible a la no existencia.
La felicidad relativa consistiría en la ausencia del dolor"

Según esto, y explicado en la primera de las cincuenta reglas:

"Lo mejor que se puede encontrar en el mundo es un presente indoloro, tranquilo y soportable: si lo alcanzamos, sabemos apreciarlo y nos guardamos mucho de estropearlo con un anhelo incesante de alegrías imaginarias o con angustiadas preocupaciones cara a un futuro siempre incierto que, por mucho que luchemos, no deja de estar en manos del destino"

No deja de ser un tanto deprimente que, con tal de mantener estados digamos "cómodos", uno deje de avanzar y se estanque en  relaciones, trabajos o rutinas que, lejos de satisfacerle, le van quizás amargando, recogiendo, aislando de una plenitud potencial (todos somos recuperables y aprovechables ;)). Espirales de fuera hacia dentro, laberintos de difícil resolución, asfixia (vaya, cada vez que escribo tres cosas seguidas me parezco más a Iker...).

Contrastando con tanto malrollismo, un pequeño brote verde (este sí es real): la que más me llamó la atención y mencioné hace poco, la regla número 5, totalmente esperanzadora:

"La naturaleza determina definitivamente la medida del dolor que es característica para él, una medida que no se podría dejar vacía ni tampoco colmar demasiado, por mucho que cambie la forma del sufrimiento.(...) Grandes sufrimientos hacen totalmente imperceptibles a los pequeños y, a la inversa, en ausencia de grandes sufrimientos incluso las más pequeñas molestias nos atormentan y ponen de mal humor (...) además, la experiencia nos enseña que una gran desgracia, que nos hace estremecernos solo de pensarla, cuando realmente ocurre, tan pronto como hemos superado el primer dolor, en conjunto no altera mucho nuestro estado de ánimo"

Estás ante el espejo como si tuvieras trece años ante un imprevisto grano, concentrando toooda tu atención en ese miserable; llaman por teléfono y ha surgido un cambio en el horario de trabajo; el grano desaparece de tu pensamiento y empiezas a pensar en voz alta como Mortadelo (;&%@#?·**;) abres el correo y alguien te ha dejado un regalito: desaparecen los problemas, el del grano y el del curro; llamas por teléfono, no son buenas noticias y desaparece entonces el breve momento-inmediatamente anterior cuando la vida te sonreía;  lloras un poquet, bueno, quizás bastante; pero te pasa; un día abres una ventana y entra frescura; te acuestas como flotando en una nube de color rosa-espumadechuche; pasan las horas: el grano sigue estando, pero su importancia es de un tamaño menor al de una polvimota. Y entras en una espiral; piensas en frío que dentro de un rato con toda probabilidad ni importe el grano, ni esas horas inciertas, ni la llamada que tanto te amargó, ni mucho menos los problemillas laborales. Respiras hondo varias veces, escuchas a Yann Tiersen y.. ¿llega la paz? sí, pero no porque venga de fuera, sino porque eres consciente de que está ya dentro y solo dependía de tu cabeza el alcanzarla.

Aquí no dejo de recordar a la siempre optimista Roci y la nota con la que acompaña a su nombre en el msn: "este hoy es aquel mañana que ayer te pareció tan inquietante"


Todos hemos nacido en Arcadia... (Verzicht, Friedrich Schiller)

6 comentarios:

  1. Solo puedo decir que me encanta tu forma de expresarte y de escribir. Besitos

    ResponderEliminar
  2. Los puntos de vista cambian de una manera espectacular.
    Lo que me hizo tirarme de los pelos hace dos meses, hoy me parece perfectamente aceptable.
    Me ha gustado leer las reglas.

    Besos de yo también tengo correos de mí para mí.

    ResponderEliminar
  3. Cambio idea grandilocuente de Felicidad por concepto caserito de Tranquilidad de Espíritu. Serenidad. Falta de dolor. Realización personal sea esto lo que sea.
    Beso.

    ResponderEliminar
  4. Hoy es fiesta y toca pasar a saludar :)
    No tiene nada que ver con el tema, lo sé, pero es lo que hay ;)

    ResponderEliminar
  5. Gracias a los cuatro por vuestras pizquitas.

    Besos

    ResponderEliminar
  6. ¡Qué sorpresa y cuánto honor hallarme en una porción de tus pensamientos!. Muchas gracias guapetona.

    Bueno, verás que llevo un retraso considerable..., no sé cuando me pondré al día, ainsss

    Besos

    ResponderEliminar

¿Te apetece aportar algo?