La sensación de nudo en la garganta -aplaudo al que la definió así por primera vez-, las lágrimas contenidas -por pudor-. ¡Qué cosa tan bonita!. De veras, solo por esos veinte minutos primeros ya vale la pena la película entera.
Personajes recordando rostros. Vi a Spencer Tracy, a Kirk Douglas, a Errol Flynn...
Pero... qué cosa tan bonita (y van dos) la historia de este hombre y su Elly. Sin palabras, sin desperdicio.
Hace casi un año, después de mucho pensar y repensar, me decidí a emprender un viaje, casi de la noche a la mañana, concordando muchos factores a la vez para que fuera posible.
Dudas, siempre, qué asquito a veces dudar tanto :(.
Pero recuerdo perfectamente esa sensación, dirigiéndonos a cenar la primera noche, en la que me giré hacia mi anfitrión (uno de ellos), y le dije:
-"¿Ves? Solo por este momento ya ha valido la pena todo".
No creo que en todos los buenos momentos esto sea necesariamente así. Hay viajes inolvidables, reuniones amenísimas..., pero ese momento, esa sensación en que uno observa esa milésima de segundo y piensa: "esto me lo compensa todo", es indescriptible.
No sé explicarlo mejor, pero sería como un pequeño gran premio entre medias de grandes pequeños momentos, pero valiendo solo él cien veces más que el resto. Como un instante tocado por algo mágico, sin suceder nada del otro mundo.
Pues eso, eso existe, es posible, es factible. En un año una semana puede haber valido la pena. O un día, o un rato, o... veinte minutos.
Vaya. La verdad es que no me atraía mucho esa peli pero ya es la segunda crítica que leo que me hace replanteármelo.
ResponderEliminarY jo, hoy que es el día del espectador tengo un compromiso...
Le llevaré a miniyó este fin de, que seguro que le gusta.
Besos!
Yo también voy a ir a verla este fin de semana. Espero que esos veinte primeros minutos no esté todavía la gente tratando de encontrar su butaca... En cualquier caso, me acordaré de ti.
ResponderEliminarBesos
A mí también me hablaron muy bien de la película (justo este finde pasado), pero...no sé cuándo podré ir a verla...ando a mil como siempre jijiji.
ResponderEliminarBiquiños miña!!!
I a mi. També m'hn parlat bé de la pel·li i si ara hofa tu, és un bon consell.
ResponderEliminarDoncs, la vidaval perquè existeixen aqueixos moments del que parles. Si no, seriaun merda.
Disculpa per les faltes que he ft al post anterior però el teclat em va de puta pena. Sorry!
ResponderEliminar¿Te refieres cuando empieza cuando le pone una corbata tras otra tras otra tras otra y ya son viejos? :)
ResponderEliminarEs difícil saber qué es lo que lo compensa todo, pero yo siento lo mismo, que a veces es muy poco, lo que guardas, lo que obtienes, lo que das, y aún así, ese poco compensa todo... compensar introduce la idea del partido de tenis, de que sí... la reprocicidad, ¿existe esa palabra?, ¡no me lo digas! :) Suena terrible, en cualquier caso; ohhh, dudar, dudar es un asco. Yo siempre, hasta que me cuentan que tampoco ellos lo pasan bien, envidio a esa gente resuelta... pero claro, las trabas del camino sólo se ven recorriéndolo.
Hummm, no sé, supongo que la vejez es eso; estar en un lugar lejano... pero no es lo único... Cambiar cuando tu entorno sigue terco y fijo, es lo mismo. En fin, que es tardísimo y ya no sé lo que digo,salvo que es taaan agradable leerte.
Besos