sábado, 20 de febrero de 2010

Alaska

 
Cada uno de nosotros tiene un lugar donde escapar aunque sea entre maldiciones y momentos rabiosos. Anoche, sin ir más lejos, me encontraba viendo esa curiosidad antropológica llamada Hermano mayor, y la Nini de turno dijo: "Arr Congo, me voy par Congo..." (me pregunto, habiendo visto cómo se "desenvuelve" por la vida la gachí, qué haría por aquellas tierras, eeen fin).

Cuando era pequeña, mi madre solía decir, entre suspiros, que se largaba a Benicàssim. No, entonces no se celebraba el FIB ni nada parecido, jeje, sino que allí había uno de los únicos balnearios de la época; (ummm, ¿mensaje subliminal acaso? :P); también recuerdo a mi vecina Pepita, -de la que podría escribir un libro,- lanzando aullidos por su boca pidiendo ir a la Santa Faz, para, seguidamente, decir eso tan oído de: "ni están todos los que son, ni son todos los que están". Mi vecina era muchísimo más heavy que mi madre, jaja.

Introducción chorra aparte, en estos días con mil y una batallas contra las Telecomunicaciones de las Españas (me río por no llorar), yo más bien, puestos a elegir destino donde escapar de mis rabias y mis perdidasdeantemano batallas dialécticas con los comerciales, y porque yo lo valgo, que dirían las modelos que anuncian L'Orèal, me quedo con ese lugar tan evocador, tan blanco y tan lejano: Alaska.

Cómo no recordar a ese chaval de pensamientos tan puros como ingenuos quizás que fue Chris McAndless (del que ya hablé aquí, aunque digan que está feoso autocitarse, bah), o la foto en el bolsillo de Butch en Un mundo perfecto...

Alaska... , tan lejana, y sin embargo -poniéndole muchísima voluntad, eso sí- tan cercana a nosotros si la miramos por el otro lado, por el estrecho de Bering (¿o acaso será que cuando la distancia es por tierra parece más "a mano" que cuando es por mar?... no me hagáis demasiado caso hoy).

Alaska... extensión para pensar, para mirar a todos lados sin límite, para que el frío nos haga enroscarnos al máximo en la misma postura en la que pasamos los primeros meses de nuestras vidas. Como una vuelta al sitio de donde venimos, como un paréntesis, un formateo en el pensar, en el actuar, el sentir.

  "(...) Esa tierra a donde uno avanza en busca de autoconocimiento (...). Todo ser humano busca su Alaska, ese lugar mítico, un tanto onírico para encontrar a una posibilidad de sí mismo. (...) Alguna vez me cuestioné todo lo que hacía en mi vida y escapé al extranjero a buscar ese territorio renovador e ilusorio" (Roberto Duarte)"

¿Demasiado frío? seguro. Pero menuda es nuestra mente para fabricarse alicientes y alternativas... Alguien muy querido para mí escribió un día: "Uno de mis deseos es pasear por la playa de Zihuatanejo..."

Y puso los ojos en blanco :)

4 comentarios:

  1. Sin duda que no es lo mismo estar allí que verlo o leerlo, pero en parte también no es lo mismo que no verlo o no leerlo. Aquí queda, pues, la espera de experiencias únicas.

    Saludos,
    Alejandro.

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  2. Me pregunté yo dónde estarías metida, el otro día;

    alaska.

    No sé nada de Alaska, salvo que hubo un doctor, que una mujer de naranja, que es blanca, que.. ni papa.

    Me gusta mas Irlanda... que es otra isla; claro que por otro lado creo que sé tan poco de Irlanda como sé de Alaska; pero igual no hace falta saber.

    Hermano mayor, yo no soporto al tío ese con la canción del "fui drogadicto", y ese oh, yo sé lo que tú... snif

    Pero está claro que siempre debe existir un lugar al que pensemos que podremos ir llegado el caso... ¿te imaginas una vida sin posibilidad de final?

    "es posible cesar de vivir, pensó mientras caminaba por la calle Bond; ¿estaba triste o realmente no suponía un consuelo el pensar que era posible cesar de vivir?"

    Algo así citan en las horas; algo así escribió la Woolf.

    besos y suspiros

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  3. Bien. En mi Alaska no hace frío -bueno, algunas noches, hace un poquito. Hay arena. Mar a veces inquieto. Va a ser que mi Alaska queda en otra parte.

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  4. Te lo iba a decir antes de leer el final: demasiado frío. En invierno yo fantaseo con ir al hermisferio sur y dejo Alaska si acaso para el verano, como las bicicletas.
    Eso sí, está lejos lo mires por donde lo mires. :P

    Besitos!

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