(Foto tomada por un amigo)
El chico de secano se acercó por fin al mar; con la carita de sorpresa de un chiquillo, boquiabierto :O.
Ese día yo no era un ser humano. Unos días antes me transformé en papel sin darme cuenta, mientras roncaba -ni idea de que lo hacía- Fue como la noche en que me cayeron todos los sueños con mis dientes, o los dientes en mis sueños, y el surrealismo salió de mi vida. Otro clic más.
Qué frágil el papel; no necesita ácidos para disolverse. Solamente agua. Parece seguir viviendo mientras lo vemos flotar, e incluso embellece al irse muriendo porque del blanco suele pasar a un gris tenue y agradable. Aparte, la tinta mojada difumina las letras de manera artística y las palabras se hacen anchas. Todo el proceso parece grandioso, pero el final es que el papel termina yéndose. Y ya no vive más...
Pero alguien puede recogerlo a medio morir y tenderlo al sol. Salvarlo. O, como esa vez, que una desconocida lo meta en una botella, y otra persona lo encuentre agazapado en su contenedor, una coraza de vidrio transparente y dura, y saque lo alegre y triste que vive en la mayoría de cabezas. Ayudar a sacar cosas.
Todo está bien pues :)
PD: ¡gracias por inspirar esta "historia"!
Todo está bien pues :)
PD: ¡gracias por inspirar esta "historia"!
Por fin ha llegado el mensaje a su destino :)
ResponderEliminarSíiiii!!! :D qué cosas, pero a diario comprobamos que todas las cosas tienen sentido...¡siempre! el ese está en que esta chica nunca sabrá -o qui lo sa?- que hace unos años fuiste tú quien se llevó la sorpresa y hoy he sido yo, y a causa de eso hemos contactado y etc etc... pero sí, hasta lo peor sucede siempre por algún motivo. Y ha cumplido pues su función. Es un bonito modo de no dejarse abatir por el desánimo ¡nunca! Besos y gracias por todo ;)
ResponderEliminarQué cosas tan bonitas, me llevo tu blog para marcadores con tu permiso :)
ResponderEliminar