viernes, 3 de diciembre de 2010

Todos duermen

(Fotografía "cobertera sedimentaria despegada", por popsique)

"Todos, todos duermen. Todos están durmiendo en la colina"

Estos días recuerdo una frase. La leí por primera vez el 21 de octubre de 2009. Lo que tiene dejar las cosas por ahí flotando, que luego sabes exactamente cuándo leíste, qué pensaste y qué sentiste y el cerebro no necesita apenas esfuerzo para ubicar sentimientos, y se lee lo que se sentía en ese instante justo, al igual que sabemos qué hora era, qué día y qué modelo de cámara utilizamos un instante concreto. Antes puede que todo fuera más emocionante, usábamos la palabra "aproximadamente"... ;ahora nada es aproximado en la memoria, todo queda escrito, de manera explícita u oculta, y aunque huyéramos y quisiéramos borrar algo del mapa, incluso a nosotros mismos, siempre quedaría algún chispotazo minúsculo en cualquier lado, una huella, con un nick, con otro, en nuestra época oscura, en nuestra época clara, cuando éramos ecologistas radicales, cuando lo fuimos menos porque nos acoplamos al mundo, qué remedio, cuando fuimos totalmente transparentes, sin importarnos compartirnos totalmente a la vista de los demás, porque nos sentíamos felices, porque queríamos que el resto del mundo fuera más bonito y destilábamos amor por todos nuestros poros... y cuando nos arrastramos contra todo pronóstico.

Cuando leí esa frase, que yo recuerde, no había para tanto. Pero eso lo pienso ahora, claro. Si veo el momento justo en que la plasmé por ahí, con otro nick y en otro sitio, recuerdo que veía el mundo como una película. Me autodisculpo porque empecé a adorar el cine hace relativamente poco, y fue como cuando se descubre el mundo, que se va a trompicones, torpemente, con el pie redondo, dando tumbos. La realidad vista con ojos de recién enamorada del cine: todo un guión, todo una imagen, historias más o menos bonitas, conversaciones afectadas, dramatismo también, necesidad de que sucedieran cosas porque sí, porque al fin y al cabo era mi historia y tenía que resultar(me) perfecta.

Hoy recuerdo pues esa frase, sacada de Spoon River, pueblo de muertos, microhistorias y epitafios. Dejé de pensar en la vida dentro de un rectángulo luminoso en una sala a oscuras y me vino como una bofetada. La busqué pensando por qué ese 21de octubre me hizo llorar y seguro, fijo, que el año que viene vuelve a venirme y me preguntaré -otra vez- por qué volvió a principios de este diciembre dejándome de nuevo traspuesta.

Puede que sea solamente el frío.

"This life's sorrow:
(...);
(...)that our hearts are drawn to stars
Which want us not"
"Esto es lo triste de la vida:
que nuestros corazones se sienten atraídos por estrellas
que no nos quieren"

(Herbert Marshall, Antología de Spoon River, Edgar Lee Masters, 1915)

 Interesantísimo artículo sobre Spoon River aquí.

1 comentario:

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