lunes, 5 de diciembre de 2011

El mundo está parado


Esta mañana escuché por la radio a la ministra italiana tropezando bruscamente con un nudo de emociones (aquí). Luego, al primer ministro renunciando a más dinero público a su favor, que total, no le hubiese servido absolutamente para nada. Son absurdas algunas cifras llamadas sueldos. Vergonzantes.
La radio me hace compañía en mis domingos, y algunos ratos incluso me da alegrías. Noticias sobre récords en donaciones de órganos hace unos diez días (vaya, esa noticia no está en primeros resultados de google :O).

Cristina vino a visitarme hace poco. Es sencilla, vive austeramente, como todos; no trabaja, como la mayoría. Hablamos de unos días recientes sin tele en la casa de sus padres, y cómo se rieron todos; los imaginé a gusto, hablando y mirándose a los ojos, como antes. Muchos de nosotros, de niños agradecíamos a quien fuese que se fuera la luz. Era ese el momento en que sin distractores disfrutábamos de nuestros papis y hermanos. No nos veíamos -la luz solía irse en meses húmedos, cuando el día dura tan poquito-, pero pocas veces me sentí más unida a ellos. Y luego hay quien no cree en esos lazos invisibles que nos unen casualmente.
El mundo está quietecito ahora, echando mano de despensas -reales o figuradas-, hablando más en las plazas, tratando de alegrarnos más unos a otros. Somos más altruistas, más generosos, como si lo anterior hubiese simplemente desaparecido. Más buena gente.
Siento cosas buenas que me vienen en forma de pensamientos. De vez en cuando recibo emails o mensajes internos de feisbuc sorpresivos. A veces parece que no vengan de personas concretas, porque no los veo, no huelen, ni saben, no sé si son de textura suave, ni siquiera sé si tienen voz ni cómo se mueven. Sin entrar en temas religiosos, con los que no comulgo -nunca mejor dicho-, puede que sean ángeles.
Me quejo porque me parece poco, porque necesito más el contacto físico que otra gente y que otras veces. Hace mucho tiempo que dejé de tenerlo, y cuando tuve esa posibilidad... tampoco podía tocar, ni ser tocada.

El mundo está como parado. Visto desde arriba es un todo difuso. Visto desde abajo es como una capa gris, pero llena de muchísimos dientes de león volando. Son pensamientos, que van uniendo personas, aunque apenes lleguen a conocerse más allá de algunos ratos. No me encuentro bien, todo me da vueltas  y creo que soy yo la única que gira.

Pd: Totalmente improvisada. A ver si tú puedes ayudarme :)

2 comentarios:

  1. No eres la única que gira. Para nada...
    A mí también me parece a veces que la gente del otro lado de mi pantalla no existe más qu een mi imaginación, que no es posible... Pero ya lo creo que existen...
    Los dientes de León me recuerdan al video que te hizo Ant hace como mil años. ¿Sabes que ayer por la tarde me trajeron del parque un ramillete?

    ResponderEliminar
  2. Jajaja, Cris!!
    He rebuscado para encontrar el video girasolil. Qué amigo más tremendo tenemos, ¿eh?
    Nada más y nada menos que 74 personas me han visto volando por los prados :P.

    Venga, fuera vergüenza. Gracias por recordármelo ;)

    http://www.youtube.com/watch?v=MbfJ2q3X0b8

    ResponderEliminar

¿Te apetece aportar algo?