domingo, 3 de mayo de 2009

Danzando entre las algas


-Tú y yo nunca nos hubiéramos conocido en un bar…

Su sonrisa no es perfecta, pero a él le parece Giocondesca, incluso en ocasiones Binochesca. Un efecto no buscado, casual, por su tendencia a cerrar la boca para sonreír cuando tiene a alguien a pocos centímetros de su cara.

A ella, en cambio, no le gusta que él cierre la boca para sonreír cuando están muy cerca; se lo ha dicho entremezclando su voz con los arrullos de las gaviotas muchos meses antes.

Todos los ojos que la han enamorado desde que tiene uso de razón -o mejor dicho, todos los ojos cuyos propietarios le han gustado más de la cuenta- son de un color no terrenal, más tirando a los ríos, el mar, el cielo.

A ella le hace gracia pensar que si hubiera nacido en Escandinavia se habría enamorado muchas más veces, atendiendo a esa fijación por el color de los ojos. ¿O acaso es todo una azul o verde casualidad? ¿Se ha enamorado todas esas veces de un color, de unos ojos, sin mirar quién los lleve? ¿O ha coincidido así? ¿Acaso se puedo uno enamorar de unos ojos? ¿Es eso factible?

Piensa durante un segundo –suficiente-, que siempre se necesita un clic, un chispazo, y que para unos será una mirada, para otros una palabra, un gesto, una sonrisa. Y que se necesita sólo un segundo –suficiente- para darse cuenta.

- Oye… ¿te has enamorado de nuevo de mí?
- No (silencio)… es sólo ternura...

Concluye que cuando tiene tiempo para pararse a pensar esas cosas tan simplonas es porque sus problemas son así, de pensar. Y ver que a su alrededor todo se mantiene en cierto modo estable, aunque estable en ocasiones signifique sólo eso –estable-, le proporciona tranquilidad, como cuando despertamos de un mal sueño y somos conscientes de que no ha pasado nada que nos afecte en nuestra rutina (¿hay acaso mejor noticia?).

No, hay personas a las que nunca hubiéramos conocido en un bar. La música tan alta y el estado de semiembriaguez nos hubieran hecho perdernos esos detalles.

Y… ¿qué más da?



5 comentarios:

  1. Me ha encantado, hacía mucho que no te leía algo de ficción, al menos en apariencia.
    De entrada hbiera dicho que nadie puede enamorarse de un detalle, pero nunca había pensado en lo necesarios que son, como la chispa insignificante que enciende todo lo demás.

    Besos!

    (Pd.: qué susto al poner la música, tenía el altavoz a tope... :S)

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  2. Es que dicen que los ojos son la única parte del cuerpo que no son solo terrenales, y cambian de color a veces, cuando ese chispazo los enciende, y con la experiencia, y con la luz, ese poder de expresarse que tienen, viene de algún lugar que no sabemos como ir, pero llegamos a veces,

    besets

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  3. Nunca me enamoré de un físico; siempre necesité traspasar esos ojos -que en mi caso fueron verdosos, castaños, azules...- y llegar al alma de esa persona. Nunca me enamoré de "un chico de bar" El ruido, la noche y la desinhibición no me habrían permitido recrearme en los detalles. Me gusta observar cada gesto, cada uno de esos movimientos o palabras que me van empujando hacia la verdadera persona, la que no se pone una máscara para salir a "cazar" y se comporta como un lobo hambriento. Me pierdo en las miradas... aunque sean sutiles o tan perecederas como aquellas que cruzas durante segundos con alguien mientras caminas rápido por la calle. Creo en los amores a primera vista, aunque no en aquellos que nacen de la fuerza: el amor nos lleva al sexo pero casi nunca el sexo nos lleva al amor.

    Un abrazo.

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  4. Me ha hecho recordar que me enamoré de mi marido a través de un cruce de miradas , esos ojos quedaron atrapados entre los mios.

    Al cabo de tantos años he sentido esa "chispa" del momento.

    Gracias majo por la entrada.

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  5. Los detalles enamoran, pero en ocasiones desenamoran, y no sé qué certeza es más fuerte de las dos, ya que ambas descolocan.

    En cuanto a eso de que el sexo casi nunca lleva al amor, no sé; Hay casos que así han sido.

    Aunque parezca el proceso "a la inversa", también puede ser un modo de contactar por primera vez con alguien (y nunca mejor dicho :P)

    ¿Por qué no? pensándolo bien se trata de encontrarse, sea en un trabajo, estudiando... o en una cama.

    Gracias a vosotras...

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