jueves, 24 de septiembre de 2009

Despedidas


Cada vez que escucho o leo sobre cine japonés tengo una sensación rara-mala.. Tal vez sea una mezcla del pavor que me causó en su época la peli de culto "Los siete samurais *" -hay cosas que no se pueden ver con pocos años, puede pillarte en un mal día y causarte terror para los restos-, con la sensación sumamente desagradable que tuve al visionar "La balada de Narayama", mezcla de salvajismo, zoofilia y realidad.

La cultura japonesa es, quizás en parte debido a estas incursiones desafortunadas por mi parte en su cine, una gran desconocida, a la que veo siempre como una cultura limpia, de líneas puras, pero demasiado fría.

Bien, un finde inolvidable en la capi este verano, escuchamos de parte de Alicia una recomendación. Nos habló de una peli japonesa; nos advirtió que el tema no era "aquello", pero que no dejáramos de verla. Yo soy muy obediente para estas cosas, y peli o libro que me recomiendan, peli o libro que procuro ver, en esos temas soy bastante cumplidora, y no prometo en vano, porque entiendo que el hecho de que alguien te haga mención de un título es como una señal, como si el destino dijera "- ya va siendo hora de que conozcas/leas/veas esto", adquiriendo entonces esa persona entidad de emisario, de persona especial. No es el cajero del súper que te dice un precio que tienes que pagar, ni un cliente pidiéndote una información o un número de teléfono. Es alguien que quiere que veas algo que a su vez a él le ha gustado y le apetece compartir contigo. Y una acción tan chula no puede dejarse de lado, hay que ir entonces y ver qué es eso. Raudos y veloces.
Bien, en "Despedidas" (Yojiro Takita), los japoneses se nos muestran sensibles, corrientes, románticos, incluso graciosos. No de la forma en que algunos los tenemos clicheados, (por fortuna).

La película es verde oliva, gris en multitud de tonalidades... apenas asoma tímidamente el rojo, y es en los labios de gente que se va para siempre...
Y nos habla de "piedras de sentimientos". A mí me encantan los simbolismos de los objetos y cómo cambia el significado la intención, el lugar, el instante, aunque sea la chapa de una botella medio doblada, un posavasos, un papel....

En esta historia, los protagonistas se regalan piedras, y se eligen más o menos rugosas, más o menos grandes en función de qué sientas por la otra persona en el momento de regalársela.

También se nos muestra qué es el Nokanshi, ritual con que los japoneses despiden a sus seres queridos, aseándolos, engalanándolos, tratándolos con suma delicadeza, minutos antes de meterlos en sus cajas de madera.

La música, que según he buscado es de Joe Hisaishi, es una maravilla...

Aquí la tenéis:



* qué mal debo estar ya de memoria cuando pensando, he recordado que era "Kung Fu contra los siete vampiros de oro", y ni siquiera era japonesa...:$

3 comentarios:

  1. Vamos en su busca, pues, tanto de la película como de la banda sonora. A mí me recomendaron hace dos días el guión de El mapa de los sonidos de Tokio (no la película porque la emisaria no la ha visto). Yo he de reconocer que discrimino (seguro que tú también, a veces ;) porque hay quien ha llegado a recomendarme Mentiras y gordas y, como comprenderás, no me he volcado por verla...

    Me gusta el Eres lo que lees que tienes a la derecha. Estoy totalmente de acuerdo y yo estoy muy orgulloso de mis lecturas ;)

    Besos!

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  2. Me quedo con el apunte, aunque he de reconocer que soy un poco cauto con las recomendaciones de pelis orientales (bueno y también con las occidentales), porque ya me ha pasado de seguir la recomendación de ver alguna película iraní que era todo un diamante cinematográfico y me he quedado a un metro de una isquemia de tanta lentitud, sobriedad y desarrollo lineal.
    Pero tampoco voy a caer en la generalización de meter todo el cine en el mismo saco. Ya bastante tengo con meter en el mismo saco, en este caso en el saco de no ver, o de ver por capítulos toda película que exceda de dos horas de duración porque soy incapaz de aguantar tanto rato sentado mirando la pantalla.

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  3. Holita,

    Por supuesto, Mr ;), hay recomendaciones que de antemano sabes que... no; no se puede explicar bien, pero... no. Aunque desde que me enamoré de la canción "Halo" de Beyoncé cada vez creo menos en mis afirmaciones. Será la edad.

    Sâddha, yo las pelis suelo verlas en varias tandas, aunque me gusten muchísimo. En el cine aguanto -pero la verdad, al cine solo voy con el niño, y esas suelen durar menos de 90 minutos-. En casa, tranquilita con el mando, puedo estar dos, tres días para ver una película de duración normal. Necesito levantarme entre medias a Internetear, ir a dar una vuelta, leer un rato...
    Mira, una que me mantuvo todo el rato en vilo fue "Diario de una ninfómana", hace unas semanas. Otra que os recomiendo.

    Nos leemos.

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