miércoles, 14 de octubre de 2009

El mundo según Alicia


Si hace unos años fue considerado un fenómeno el libro de Lou Marinoff Más Platón y menos prozac por "(...) en lugar de ofrecer enfoques pseudomédicos orientados a las patologías o proponer superficiales principios propios de la New Age, presentar una sabiduría puesta a prueba por el tiempo y adaptada específicamente para ayudar a vivir con plenitud e integridad (...)", yo -como muchísima gente ha hecho antes - me iría bastantes años atrás para poner en el lugar que se merece a un clásico como es Alicia en el País de las Maravillas, enfocado no sólamente al divertimento, sino al poder clarificador de lo que sus textos encierran, unas veces claramente, otras crípticamente.

Conviene recordar -o dar a conocer si se da el caso de que se desconozca el dato-, que Lewis Carroll fue, antes que escritor, lógico y matemático. Puede no ser relevante esto, puede serlo. En cualquier caso, la óptica que da la exactitud en la manera de estar acostumbrado a ver y observar "los problemas", puede significar un punto de vista a tener en cuenta respecto a una filosofía de vida (;)), y, por lo visto, Carroll hizo uso de la parte más digamos "científica" de su cabeza para contarnos/contarle una historia.

Partes más o menos "oscuras" hay en su biografía, pero de las gentes quedan las obras, y como yo no estuve allí, y "de lo que oigas nada, y de lo que veas la mitad", que suele decirse, me centro en plasmar hasta donde Don Google y algún libro me han dejado, unas cuantas de sus citas célebres:

"Puedes llegar a cualquier parte, siempre que andes lo suficiente."

"¡Qué pobre memoria es aquella que sólo funciona hacia atrás!"

"Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Es cuestión de lógica."

"La regla es, mermelada mañana, y mermelada ayer... pero nunca mermelada hoy". "Algún día tiene que ser mermelada hoy día, objetó Alicia".

Finalizaré mi modesto homenaje con un fragmento muy interesante sobre la identidad y la empatía misma:

-¿Puede saberse quién eres tú?- preguntó la Oruga. (...) Alicia contestó, algo intimidada:
- La verdad, señora, es que en estos momentos no estoy muy segura de quién soy. El caso es que sé muy bien quién era esta mañana, cuando me levanté, pero desde entonces he debido sufrir varias transformaciones.
- ¿Qué es lo que tratas de decirme?-dijo la Oruga con toda severidad-. ¡Explícate, por favor!
-¡Ésa es justamente la cuestión! - exclamó Alicia-. No me puedo explicar a mí misma porque yo no soy yo, ¿se da usted cuenta?
- Pues no, no me doy cuenta - dijo la Oruga.
- Siento no poder explicárselo a usted con mayor claridad- dijo Alicia en un tono muy cortés- porque, para empezar, ni yo misma lo entiendo... ¡Comprenderá usted que cambiar tantas veces de tamaño en un solo día no es fácil de entender!
- Sí es fácil, le replicó la Oruga.
- Bueno, lo que ocurre es que usted todavía no ha pasado por ello- dijo Alicia-, pero llegará el día en que se convertirá en crisálida y después en mariposa, y entonces ¡ya veremos lo que siente usted!
-¿Y qué iba a sentir? ¡Pues nada!
- Está bien -concedió Alicia- Es posible que sus sentimientos y los míos sean muy distintos, pero puedo decirle que yo en su lugar me sentiría muy rara.
- ¡Tú! -exclamó con desdén la Oruga- ¿Y quién eres tú, si se puede saber?

PD: mención especial a una noche agostomadrileña en una taberna errante. Se habló de Despertares, se habló de un viaje A través del Espejo; habló Alicia, habló el Espejo. Esos días fueron perfectos porque todo salió bien, de principio a fin. Besos a los cuatro si me leéis...

2 comentarios:

  1. Es una pena que pasadas unas cuantas horas nadie se haya dado el gusto de dejar un comentario en una entrada acerca de Alicia en el País de las Maravillas.

    Claro, este comentario es muy propio de un amante de esta obra, de Alicia a través del Espejo, y de toda obra simbolista, surrealista o similar.

    No seré yo el que deje un comentario por lástima o solidaridad. Sino que lo hago con todo el entusiasmo de un admirador fascinado por el mundo que Carrol "inventó" para Alicia. Y por sencillamente ver otro mundo y compartirlo, claro.

    A toda expresión literaria (dejando aparte las recetas médicas, jeje) se le pueden encontrar al menos dos significados: El evidente o superficial, y uno o mil quinientos significados profundos, dependiendo de los referentes que encontremos y justifiquemos (mientras haya lógica) para los elementos que la historia nos presente.

    En el mundo de Alicia la realidad está tan lejos de los referentes de la nuestra, que el primer reflejo es abandonar la lectura, desencajado por la aparente falta de lógica.

    Pero como en un acertijo, y a medida que perseguimos a sus personajes cogidos de la mano de Alicia, jugaremos a un juego de la mente que nos hace vernos y entendernos como calcetines vueltos del revés.

    Aparte de la magistral sátira política, tradición literaria de gran nivel en Gran Bretaña, somos conducidos a gran velocidad por los absurdos sinsentidos de la naturaleza humana como por oscuros callejones que conducen a la parálisis, la incapacidad de decidir, las decisiones insensatas, el capricho, y demás flaquezas del espíritu.
    Seguiría horas...

    Imprescindible.

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  2. A Marinoff lo leí en su momento, pero tengo que reconocer que aunque conozco a través de los dibujos animados y de la peli la historia de Alicia, no he leido el libro y creo que tu entrada me da motivos más que suficientes para apuntar la lectura como una compra pendiente. Desde luego que después de leerte seguro que tendré la historia con otra mirada menos superficial. Gracias pedagógicas.
    Un beso.

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