lunes, 5 de abril de 2010

Carencias


El amor, algo tan complicado de definir y algo a lo que muchas veces se teme definir... porque ni sé sabe cómo hacerlo. Hace unos meses leí en una revista las claves -tan subjetivas como respetables- mediante las cuales se podía saber si era o no era, con tal de no confundirlo con "deseo sexual, interés o costumbre" (sic). Paso a pegar aquí los indicios que harían aclarar los sentimientos del lector  de esa revista en caso de dudar (sobra decir que los copié en word :P):

- La sola presencia de la persona amada te alegra y reconforta. Junto a ella, los problemas parecen menos graves y la tristeza desaparece como por arte de magia.

- Su felicidad también es la tuya. Te alegras de sus éxitos y te entristeces con sus fracasos. Por esta razón, te empleas al máximo para ayudarle a que pueda conseguir sus objetivos.

- Cuando hay un problema, tienes un gran interés por solucionarlo de la mejor manera posible, sin dañar al otro ni perjudicarlo.

- La felicidad y estabilidad que te da su amor te hace sentir con mucha más fuerza y energía para mejorar como persona.

- Tenéis planes y deseos conjuntos. No concibes el futuro sin su presencia y tienes muy en cuenta su opinión a la hora de tomar una decisión importante.

- Su amor da sentido a tu existencia. A su lado, tienes la impresión de que la vida, a pesar de que no siempre es agradable, merece ser vivida.

Bien, tengo algo que decir ahora. Si alguien ha leído hasta aquí con algún tipo de interés me pregunto si es que acaso ha tenido o tiene ese tipo de dudas hacia su relación, pasada o presente. Si alguien lo ha hecho por curiosidad, puede haber pensado que sí, que más o menos se trata de "lo de siempre", o sea, la sensación de que alguien puede completar (aquí los más acérrimos defensores del individualismo de la persona hasta el infinito y más allá quizás piensen que "no, nunca, uno puede "ser" plenamente sin necesidad de otra persona"), complementar (bueeeeno, puede, pero "a ver si pensando esto pongo en entredicho que necesito complementarme para ser yo..., y no, no quiero admitirlo... ni siquiera insinuarlo"), o tal vez  enriquecer (mucho mucho mejor, eso sí, "estar contigo me hace ser mejor").

Vale -o fale, como dice mi profesor de alemán desde el día que le dijimos que los catalanoparlantes somos capaces de pronunciar clara y diferenciadamente la "b" y la "v" sin esfuerzo (desde entonces enfatiza esa "f"...)-. Estaba hablando de amor, del amor, de un amor. Pero entonces... ¿qué sucede dentro de la cabeza de quien está sintiendo exactamente eso por alguien, hacia alguien, con alguien o junto a alguien... y sin embargo puede sentirlo "casi" o "parecido" por otra persona?. Ya he tocado en este blog varias veces el tema de la atracción, del morbillo, del deseo... No hablo ahora de eso, y vuelvo a recordar que pienso que nuestro cuerpo -entendido como nuestra parte física, sexual- nace pidiendo poligamia a gritos... y la cultura, las costumbres y la repetición hacen que nos conformemos -aunque el verbo conformarse suene un poco mal, la verdad- con ser monógamos. No entraré ahora a aportar datos o referencias, ya que, habiéndolo dicho Punset, sé que tengo el aval suficiente para que al menos dudéis :P...

Yo hablaba del sentimiento más puro y platónico, nada de cuerpos ni olores ni químicas. Hay una película reciente que toca este tema y que vi hace un par de días; se trata de "Castillos de cartón". No desvelo apenas, es mejor verla, pero diré que donde normalmente hay un dúo encontramos un trío y que todo empieza por un casual... y algunas carencias.  Es de cajón pensar que cuando dudamos de nuestros sentimientos hacia alguien -en el estadio en que aparentemente "todo está bien" y somos correspondidos, solo hay una posible causa: hay algo que no nos termina de cuadrar, convencer, gustar. Ahí tenemos una carencia, un eslaboncito que hace que la cadena no gire del todo. Y con toda la lógica que se puede usar en estos asuntos, podrá ser bastante probable que, cuando conozcamos o intimemos más con un tercero, esa sea la cualidad que más nos atraiga. Atracción, interés, gusto... amor ¿por qué no?

¿Que el todo compensa las partes? sí, seguramente sea así, nadie es perfecto -ni siquiera yo, y esto es un guiño, por supuesto ;)-. Pero que la cualidad que tanto nos gusta en las personas y que oh, no tiene la persona que nos gusta no deja ni tiene por qué dejar de llamarnos la atención en otra gente.  Seguramente, para más inri -el cerebro y sus caprichos-, si resulta que no estamos en el momento que nombré antes de "todo está bien", puede que seamos capaces solamente de ver esa virtud y ser ciegos a los defectos (y eso sin estar aún en modo-enamoramiento-ceguera total).  Y ahora llega el punto en que no es necesario volver a enumerar el proceso por el que algo empieza. A mí me sigue haciendo gracia a estas alturas que digamos -incluida yo- "de este agua no beberé" en este y otros asuntos. Todo empieza un día. Todo.

5 comentarios:

  1. Yo primeramente pienso que muchas cosas se escapan intentando definirlas; "¿siente usted que estando con él...?". Pues yo que sé, pienso la mayoría de veces porque aliguá yo no me presto tanta atención - vi a una mujer comprándose en la farmacia una crema para la sequedad vaginal y lo mismo pensé -; el otro día una amiga que se ha metido en un tinglado de vender una cosa, me pregunta: "¿qué importancia das a la higiene, orden... en la casa?" Chaacha, pos yo que sé; mira, yo te remito al diálogo de "la ventana indiscreta:

    "Antes te gustaba un hombre y te casabas; ahora se leen libros, se dicen palabras de cuatro sílabas y se habla de una relación como si fuera una oposición al ayuntamiento" jajajaa

    Mas en serio, aunque suele serlo y mucho, cuando se está de broma; curiooosamente en una fiesta alguien me hizo darme cuenta de que me sentía solo; a vé, que es curioso y extraño; pasas años solos y no sientes... sí, la carencia, y de repente tienes a alguien, y pese a estar menos solo, sientes... esa necesidad, de tener un amigo, de alguien que.. no sé si que te entienda; qué sé yo... yo soy de los que dice bien, no importa lo mal... y ese chico se dio cuenta, se quedo tooda la noche y tengo un colega jajaa; hummmmmm, un homo que tampoco lleva marcas, que no cae demasiado bien a estos homos de parezco un cuadro recién barnizado, con mi marca de esto y lo otro y un perfume... yiiiiiii... ays, besos de quiera Law que no tengas que leé esto jajaja

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  2. 1.- A mi me gusta más lo de complementar / enriquecer que "completar" :p-

    2.- Sobre Cuando hay un problema, tienes un gran interés por solucionarlo de la mejor manera posible, sin dañar al otro ni perjudicarlo tengo una cosa que añadir. Es una situación dulce, la que hace merecer la pena vivir la relación. Cuando se pierde la deslealtad y todas las debilidades, defectos y errores que has compartido empiezan a usarse como arma arrojadiza, es el momento de ponerle fin, y rápido!!! porque no son formas de acabar, puede haber un fin pero no tiene que ser a costa de herir al otro.
    3.- Sobre lo de estar solo o no, no creo que sea la situación "ideal", pero a veces viendo lo que hacen algun@s para tener y conservar pareja a cualquier precio, bufffff, deja deja... ;)

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  3. Mencionás muchos elementos que a veces se los tienden a mezclar y confundir, dando como resultado una visión justamente confusa. Estos elementos son: poligamia, monogamia, deseo sexual, amor, enamoramiento, ceguera.
    Ya no distinguir bien el deseo sexual del amor puedo traer dificultades, dado que es innegable que la satisfacción sexual no pareciera recaer en una sola persona y de ahí la poligamia... pero de ahí ¿al amor?. Podemos estar atraidos sexualmente por varias personas, pero no estoy tan seguro que se pueda estar enamorado de muchas.
    Lo ideal supongo que sería poder separar ámbitos, pero es difícil y hasta quizá no tendría sentido hacerlo, todo va en un mismo torrente y eso es lo confuso, pero también quizás eso sea la condición para que algo exista.

    Saludos,

    Alejandro.

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  4. No se yo... No creo que nazcamos con vocación de polígamos sino más bien de solteros (yo al menos), y que el problema está en el miedo a la soledad que nos hace estirar como un chicle lo que deberías haber escupido hace tiempo. Entonces, envuelto en una relación en la que te autoconvences de que estás bien, tarde o temprano aparecerá otro que supla las carencias que má has echado de menos o que simplemente te despierte otra vez el gusanillo del cortejo. Y oooootra vez el mismo error. Hay quien manda a tomar viento fresco al primero, hay quien al segundo, y hay quien se queda con los dos en un juego de mentiras muy chungo.

    Besos.

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  5. Como siempre, todos habéis enriquecido el tema. Por ejemplo, Ant, tu primera frase: diana.
    Sentarse (dos) porque quieren hacerlo, porque quieren hablar, estar, poner las cosas en su sitio (los dos). Si son las palabras y su definición lo que tanto quebradero de cabeza da (sea "amor", "amistad", "aprecio", "simpatía"), sentarse como digo y hablar de lo que siente uno , de lo que siente el otro. Puede que sea lo mismo y cada cual lo defina de una manera (¿no dije esto ya?:S)

    Lady: Cuando acaba, pienso que por muchos algodones que use uno, alguien siempre resulta herido. Que hay heridas y heridas... sí. Pero es un proceso, y habrá que pasar por él, con más o menos daño.

    Alejandro, yo sí pienso que se puede enamorar uno de dos personas distintas y no tener que ver con nada de "empollamiento" o "encoñamiento". A eso me referí todo el rato, a que una personalidad tenga el porcentaje que le falta a la otra y de alguna forma sintamos algo por ambas. Como si nos enamoráramos de algo ajeno a un nombre, a alguien de carne y hueso, y fuese de cualidades sueltas, sin apenas importar quién las lleve. No sé, seguramente confundo términos y defino las palabras de forma distinta a como lo haces tú. Y seguramente los demás también lo hayan hecho y cada uno hable de lo mismo sin ubicarlo en la misma definición.

    Cris, pienso como tú en eso de la soledad. Es tan malaje a veces que "arrejunta" a quien no debería unirse nunca.

    Podría estar horas y horas hablando de esto, pero tengo la sensación de que me repito, y como no me doy cuenta de si lo he escrito aquí o allá, pues me armo unos líoooos.

    Besets a los cuatro :)

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