sábado, 28 de febrero de 2009

A veces es una cárcel



(Fotos: Vicky Cristina Barcelona)




A casi nadie con los que he hablado le ha gustado especialmente. No sé si tal vez por comparación con la anterior y extensa obra de Allen, que es óptima casi en su totalidad.

De esta película había oído hablar mucho, pero siempre en el contexto de la ciudad, el director y el trío de actores-estrella. Pero fijaos, a mí una de las tramas "ramificadas" de la principal me ha tocado. No me refiero, claro, al triángulo que forman Johansson-Bardem-Cruz.

Me refiero al papel de Vicky, interpretado por la para mí desconocida (hasta anoche) Rebecca Hall. Un personaje que no me esperaba, sinceramente, y del que ni siquiera tenía referencias, aunque leo hoy que fue nominada a los Globos de oro por este papel.

Yo -siguiendo con mi tendencia a fijarme en los que pasan más desapercibidos (me pregunto por qué haré eso :P)-, me fijé especialmente en ella, para mí quien realmente vive la historia y a quien realmente suceden cosas.

Sin destripar la peli explico brevemente que a dos semanas de su boda siente peligrar la certeza que hasta ese momento creía tener con su prometido al cruzarse otro hombre en su vida, que la seduce, la marea y la enamora.

He tocado esto por encima en otras ocasiones (aquí o aquí), y me da la impresión de que puede resultar un tema incómodo para mucha gente, porque en principio parece ser incompatible el estar enamorado de una persona y sentir atracción por otra.

También he hablado de ello con algunas personas, sobre todo mujeres. Más o menos todas se aferran a la seguridad y el cariño que proporciona la estabilidad conyugal. Que es más fácil decir eso está claro, aunque prefieran o preferirían relacionarse con otros hombres más horas al día de las que dedican a sus maridos...

En muchas ocasiones noto vendas en sus ojos, en otras veo vidas encarceladas pero resignadas, incluso felizmente resignadas. Una vez me preguntaron al respecto de una decisión que tomé cuando me sucedió a mí:

- "¿Te ha valido la pena?"

Yo respondí que claro que sí. La primera señal de respeto es hacia uno mismo; si queremos ser coherentes con nuestra vida no debemos engañarnos, y menos disfrazar la resignación y el tedio adornándolos con palabras de autoconsuelo que ni nosotros mismos nos creemos cuando las decimos.

Ahora voy a seguir desde la suposición. Voy a creer lo que dicen esas personas, que se sienten enamoradas de una sola persona pero al mismo tiempo notan cómo un imán las empuja hacia otra casi sin querer.

¿Es posible querer a dos personas a la vez... y no estar loco? Me aprovecho de la coplilla popular. ¿Puede el cerebro dividir sus sentimientos entre dos? ¿o que uno sea la pasión y otro la razón? o que uno sea meramente platónico e intelectual y el otro físico, terrenal, brutal?

¿Os ha pasado? ¿qué hicisteis en ese caso? ¿decidió la razón... o el corazón?

Canta Aute:

No sabes el dilema que me crea pasar de todo y no decir ni mu
por eso estoy aquí, maldita sea, plantando cara como harías tú

Lo que sucede es que me he enamorado, como el perfecto estúpido que soy
de la mujer que tienes a tu lado, encájame el directo que te doy

Una de dos, o me llevo esa mujer
o entre los tres nos organizamos
si puede ser

(...)

Que esa mujer me quiera no es tan raro
si piensas que a ti te quiere también
lo más terrible es que lo ve muy claro,
pretende no perderse ningún tren

6 comentarios:

  1. Uhmm... (y Ufff, y Ainsss...) Tema complejo éste. Y largo de contar.

    Leyéndote me has hecho pensar en La Buena Estrella, donde a la Verdú no la apea de la burra ni Resines, ni Mollá (¿por qué no se dice también "el" Resines, "el" Mollá?...)

    El caso es que en el universo de los triángulos amorosos, versión novela, drama, cine, copla, chiste y demás géneros, lo más frecuente es que se quiera a una persona porque cumple con unos patrones y a la otra por cumplir con otros. Y todos esos patrones juntos son los que definen el ideal de amor de quien los posee.


    Parece un poco rollo, pero para nada: Crecemos y amamos en inmensa mayoría pensando que las virtudes y afinidades que esperamos encontrar en el ser amado estarán juntas en una sóla persona, pero... ¿y qué pasa cuando alguien siente, como Maribel en el papel de Estrella, que lo que esperaba del amor está repartido en dos personas?

    Y es verdad, no sé si es por la sencilla razón de que las mujeres hablais más abiertamente de sentimientos de esta clase que los hombres, y por eso parece que os sucede sólo a vosotras (cosa que yo no creo).

    La cuestión está en que, como ironiza Aute, nadie se sienta a hablar de ello, ni se pone a repartir tiempos de "visita" (contando con que la postura de Aute se queda algo cortita, ya que al parecer, la "afortunada" señora no tiene voz ni voto en el asunto... cosas de "caballeros", serán).

    Y nada, que como todo queda en el terreno de lo tabú, de lo no dicho, de lo no compartido, el triángulo amoroso se vive, primero, como un pecado, y después, como una anormalidad, una corrupción de la moral (y como dice con todo el sarcasmo la canción de Bunbury, "de las buenas costumbres... de hoy").

    Y ahí tenemos el "qué dirán", y las etiquetas de "fresca", "cornudo", "calzonazos"... cuando en realidad todos sufren (sobre todo en la peli) una tremenda culpa por contradecir las convenciones sociales sobre el amor, la amistad y la pareja.

    Sobre este tema tan apasionante, también recomiendo la peli de Truffaut "Jules et Jim".

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  2. Pues yo no digo que no sea posible estar enamorado y llevar una vida, como dice Aute, organizada entre más de dos. La monogamia es algo cultural. Pero yo que me he educado o deseducado, nunca sé muy bien, en una cultura monógama no creo que pudiese.
    Sí, a mi ocurrió que estando en pareja de bastantes años se cruzó en mi vida otra persona que arrasó, y sí, dejé a mi anterior pareja por él. Luego se quedó en nada, pero bueno fué un intenso rollo que tuve que vivir desde la soltería. No hubiese podido llevarlo en paralelo. ¿Honestidad, respeto, sentimiento de culpa, lástima.....?, no sé, quizás un poquito de cada o quizás simplemente ausencia de amor.
    En definitiva, y resumiendo, que no, que yo no puedo.
    Besos.

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  3. Además, que Rebeca Hall logra eclipsar a la ineclipsable Scarlett.

    Ah, a mí no me gusto, pero porque esperaba más de Woody. Decepción, es es.

    Y gracias por tu angellatzismo!! Me ha hecho muuucha gracia :-)

    Un beso

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  4. De las entradas más bonitas que te he leído últimamente, supongo porque me siento más cercana a estos temas que a otros. Yo creo en el mito de Frankestein, de cada uno cogería lo que más me interesa. A falta de "media naranja" que encaje perfectamente conmigo, no puedo evitar sentir atracción por algo que la pareja actual no tiene, aunque no esté insastisfecha con el conjunto. A veces incluso es solo una pura cuestión hormonal y eso no basta para que la nueva relación sea sólida. Lo mejor de estas situaciones es que si las sientes en carne propia, es mucho más fácil comprender al otro cuando le sucede, y valorar juntos si merece la pena seguir adelante o caminos distintos pero sin rencor.

    Un besote guapa.

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  5. En la cuestión que planteas entran en juego muchas variables. Lo primero que se me ocurre al leerte es un verso que leí hace tiempo y que dice "el aire está lleno de mentiras / quien dice que no miente / que diga que no respira". Con esto quiero decir que toda aquella persona que teniendo una relación más o menos estable con otr@ diga que no se fija en nadie, sinceramente creo que miente como una condená, o bien miente a l@s que le rodean o lo que es peor se miente a sí misma. Tod@s tenemos ojos, curiosidad, mente y toda una suerte de facultades que van rastreando el territorio que pisamos recogiendo información y valorándola desde nuestra perspectiva e intereses, con lo que casi todo nos puede llamar más o menos la atención y atraer más o menos. Otra cosa distinta es que lo pasemos por un filtro moral, ideológico o vaya usted a saber y decidamos enterrarlo o incinerarlo bajo el yugo de los "debería", pero creo que tod@s nos fijamos en todo y sentimos porque somos animales de relación.
    Por otro lado está la cuestión de el amor y la atracción. Yo creo que el amor tiene atracción pero la atracción no tiene porque llevar amor. El amor es un concepto más ámplio que encierra muchos matices que hacen que para cada persona sea distinto, incluso para cada una de las partes que conforme la pareja, pues creo que la pareja se forma compartiendo las cuestiones que se tienen en común y respetando las que no se comparten, no se forma por ser el uno para el otro una fotocopia.
    La cuestión-dilema, es cuando la atracción que surge hacia otra persona es tan grande que se puede confundir con el amor, yo para eso me plantearía si a la persona que yo tengo identificada como "la persona amada" le quito la parcela de atracción que siento, qué cosas me quedan que sumadas a esa atracción hacen que sienta que la amo. Y miraría si esas cosas que encuentro en "la persona amada" las encuentro en "la persona atrayente".
    Tengo la impresión de que acabo de hacer todo un decálogo del perogrullo,pero hoy es domingo lluvioso y las neuronas están con las zapatillas de andar por casa y no están muy rápidas que digamos. No obstante te doy las gracias por hacerme pensar, que nunca está de más y más en estas cuestiones tan vitales e interesantes.
    Un beso de domingo.

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  6. Uf, habéis dicho todos cosas tan interesantes que no me veo uno por uno yendo a comentar tal o cuál frase. En serio, ésto es lo que enriquece: conocer todos los puntos de vista posibles.

    Brevemente sí debo mencionar algunas cosas:

    Espejo: Jules et Jim descargándose...

    Rosa: ains, la monogamia. El día que nos pongamos a hablar sobre ella en serio arderá París! Para nada la veo lógica, es más, la veo incluso anti-natura, pero es lo que hay... ¿o no?

    Fer: pero a los que hace más de veinte años (que se dice pronto) que no vamos a tu ciudad, al menos nos hizo disfrutarla (me refiero a la peli, claro).

    Lady K: gracias por llamarla "entrada bonita". A mí más bien me había parecido heavy. Pero si no lo parece, mejor así. Sobre el tema, ummm, me parece que somos "una miqueta" perfeccionistas...

    Sâddha: está claro que calibrándolo todo se puede apartar el ansia y dejar que la cordura se imponga y nos dé una solución. Seguiremos haciéndonos pensar mutuamente :)

    PD: pero el tema sigue vigente, no caduca... aunque esté prolífica estos días y escriba muy seguido :$

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