miércoles, 17 de diciembre de 2008

Deseo, frenazo, aguante

¿Creéis que es posible parar el deseo i el interés hacia otra persona con la suficiente frialdad como para no dejar que la cosa "vaya a más"?

¿Creéis fácil abortar ese proceso natural y al mismo tiempo en ocasiones rozando la peligrosidad?

Pensad si una fantasía con otra persona, aún teniendo pareja estable y feliz -los sexólogos opinan muy bien de las fantasías sexuales en el seno de una pareja estable, aduciendo que dan vidilla al asunto-, la dejáis que quede sólamente ahí quieta parada y sóis capaces de evitar que vaya a mayores o, en cambio, pensáis que si evoluciona dentro de vuestra cabeza implica otro tipo de "interés" que podría poner vuestra estable relación en la cuerda floja, haciendo que os planteéis la misma.

Pensad...

4 comentarios:

  1. ¡Caray! Hace un par de días decías que no sentías inspirada y tenías un poco de bajón creativo. Y hoy... me sorprendes con estas meditaciones.
    Pues, personalmente, creo que el deseo es un sentimiento, y como tal, si es verdadero, no se puede controlar, o parar en seco. Tiene su evolución y sólo se puede modificar con otras alternativas que vayan disminuyendo su intensidad, pero lleva su tiempo.
    En cuanto a lo de las fantasías con otras personas... a mí me sucede con gente que no conozco personalmente. Con amigos, me es imposible, hay un filtro en mi cabeza que, en cuanto lo intento, me baja la líbido al instante. :)

    Soy distópica (eso me dijeron una vez). Siento no poder ayudarte.

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  2. Esta sí que es una entrada densa.
    Da para muchísimos comentarios. Más que nada porque hablas de si el deseo se puede o se debe controlar.

    1. ¿Se debe?
    Centrándonos en casos de personas con pareja que caen o desean caer en la tentación, para mí hay que tener en cuenta que el deseo "no controlado" requiere el consentimiento de otra persona, porque ¿qué sentido tiene dar rienda suelta a un deseo o a una fantasía si nuestr@ destinatari@ no nos corresponde? Estaríamos en casos de agresión sexual, y de ahí para arriba. Aclarado lo evidente, ¿quién es el "máquina" que se atreve a imaginar una "moral de pareja"?
    Quiero decir que los amantes son conscientes (y si no lo son, son egoístas) de que están rompiendo un compromiso de lealtad: Los que se la pegan a su pareja, por autores, y los amantes, por cómplices.
    Lo del "compromiso" de lealtad tiene tantísimo que rascar... Entraríamos en el terreno de "me debes una cierta conducta porque yo renuncio a otrás parejas por estar contigo, así que tú debes hacer lo mismo".
    Esto me hace acordarme del caso de Will Smith y su señora, que según parece tienen una pareja abierta, y comparten sus experiencias con sus amantes para enriquecer su relación. En fin, si realmente ambos consienten, no seré yo el que les diga cómo deben vivir.

    2. ¿Se puede?

    Claro que se puede. No hace falta ser Freud para verlo. Si no renunciásemos a la promiscuidad, los hay que se lo montarian en familia... y aún así cuántas veces sucede.
    Si no hubiésemos dominado nuestros instintos, no habríamos salido de la edad de piedra. Aunque tal progreso haya tenido que asegurarse tantas veces con la represión: Política, social... y sexual, claro.

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  3. Es posible, sí. Es fácil, no. Y hasta aquí puedo escribir.

    Besos de me gusta mucho la reflexión (y los comentarios que generó).

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  4. Ainssss, no nos dejes así, cuenta cómo!!

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