jueves, 18 de diciembre de 2008

Cuento amargo

Subió las escaleras con toda la parsimonia, dejando que la cola de su vestido rozara los escalones uno a uno, ennegreciéndola a cada milímetro. Su perfil era majestuoso, distinguido, de nariz importante y cutis perfecto. A medida que iba avanzando hacia el dormitorio conyugal mil ideas bullían en su mente, como una maraña de sentimientos, deseos, miedos. Su flamante marido la esperaba tumbado en la cama, excitado, nervioso, expectante.

Encima de la mesilla de noche, una bandeja con dos copas de cava y una botella recién descorchada la aguardaban, al igual que un futuro -planificado mucho antes- lleno de tópicos. Y entonces ella, con una media sonrisa, se atusó el pelo, se dirigió hacia el balcón y se tiró al vacío. Bah, había pensado, total tomo el camino más corto.

3 comentarios:

  1. Madre mía! ¿Qué te has tomado hoy, chiquilla?
    Suelta un poco a tu musa, que la vas a ahogar...Tu mente fluye a una velocidad terrorífica. Párate un poco que vas a destrozar los dedos. (mañana vas a tener agujetas en las muñecas)
    ;)

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  2. Nada,nada, menos el "cuento de Navidad", los demás los tenía escritos por otros sitios virtuales. Ha sido cosa de una reagrupación que se me ha ocurrido :D.

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  3. Te lo dije en su día y te lo vuelvo a decir aquí. Me parece de lo mejor que has escrito. Tiene todo lo necesario para ser un relato corto redondo, incluyendo el "unique effect" final. Te felicito.

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