Los primeros desencuentros fueron ajenos a los dos: pequeños cortes virtuales, dando a entender que tal vez la tecnología fuera sabia; más tarde, maneras distintas de entender el mundo y las cosas hicieron que, cuando la línea fluía, no fluyeran las frases, que ahora salían costosamente como en cuentagotas.
Y virtualmente se fueron alejando... hasta no recordar ya qué era lo que los había unido.
Y virtualmente se fueron alejando... hasta no recordar ya qué era lo que los había unido.
Ya se va echando de menos una entrada de ésas llenas de reflexión sobre las relaciones humanas. Se te da bien.
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