Me senté ahorita a escribir mientras llueve -otra vez-. Últimamente diría que es casi normal que llueva a diario; sucede sin avisar, y de forma tan suave que tropiezo con el suelo mojado cuando salgo a la calle, aunque nada me lo haya indicado, ni el olor -a geosmina-, ni ese ruido.
Me senté porque tenía ganas de contar una sensación, y me vienen a la cabeza muchas escenas de película para expresarla. Escenas que, sin música no serían las mismas; y tampoco lo serían sin esos crepúsculos y el sol cayendo de esa manera. Como se dice, las palabras solas no llegan. Necesitan música, enfoque, simbolismo, expresiones, emoción. Y todo eso junto solo puede darlo el cine, cómo no.
Hay un género que aglutina mejor que otro todo lo que significa el "soltar todo y largarse" con el que tanto me gusta fantasear, aparte de ese recuerdo constante que todo vivo debería tener de que la muerte vive junto a nosotros y hay que salir ¡ya! y hacer todo lo que queremos, porque ella está ahí, recordándonos que hoy puede ser el mejor día de nuestra vida.... pero también el último. Son las road movies.
Aunque las listas de cada género suelen ser interminables, de las que conozco, mis preferidas se cuentan con los dedos de una mano. A saber: Into the wild, Y tu mamá también, Diarios de motocicleta y Thelma y Louise. Como he dicho tantas veces, mi porcentaje en cultura cinematográfica trata de irse ampliando día tras día, y aunque me temo que ya renuncié a Tarantino, no me cierro a casi nada (tampoco en el cine, jeje :P). Podría enumerar un motivo o varios para cada una de ellas. El principal es el llenárseme los pulmones de oxígeno cada vez que las veo o pienso en ellas. Y no es poco eso. El resto, el ver en los parajes que conocemos y en los que desconocemos el modo de conocernos más, acompañados por la música y avanzando hacia muchos sitios que no llevan necesariamente un nombre de lugar.
Estos días vi la quinta, la que completaría mi mano. El cuatro queda siempre a medio camino, como un "quiero y no puedo", siendo el cinco mucho más chulo -siempre lo imagino de color amarillo, qué cosas-...
La encontré de casualidad al leer el título mientras buceaba en los viejos tiempos de un foro: Viaje a Darjeeling. No tenía ninguna referencia más, pero el que llevara la palabra viaje hizo automáticamente que me atrajera, qué filón tienen en mí los publicistas y traductores. Al principio no me dijo nada especial -dejando aparte la luz, el color y la música: geniales-, y cuando ya prácticamente pensé en que no era lo que me esperaba, faltándome un trozo para ver -más largo de lo que pensaba-, sucedió una escena que hizo que me replanteara toda la película. Y que la guardara.
Curiosamente anoche, mi amigo me comentó que había hecho -él también-, una completa limpieza de primavera. De eso trata esa escena, de limpiezas, de equipajes, de ligereza y de replanteamiento.
Cómo no, os la recomiendo. Y esta entrada no significa tampoco lo mismo sin escuchar esta canción:
Aunque las listas de cada género suelen ser interminables, de las que conozco, mis preferidas se cuentan con los dedos de una mano. A saber: Into the wild, Y tu mamá también, Diarios de motocicleta y Thelma y Louise. Como he dicho tantas veces, mi porcentaje en cultura cinematográfica trata de irse ampliando día tras día, y aunque me temo que ya renuncié a Tarantino, no me cierro a casi nada (tampoco en el cine, jeje :P). Podría enumerar un motivo o varios para cada una de ellas. El principal es el llenárseme los pulmones de oxígeno cada vez que las veo o pienso en ellas. Y no es poco eso. El resto, el ver en los parajes que conocemos y en los que desconocemos el modo de conocernos más, acompañados por la música y avanzando hacia muchos sitios que no llevan necesariamente un nombre de lugar.
Estos días vi la quinta, la que completaría mi mano. El cuatro queda siempre a medio camino, como un "quiero y no puedo", siendo el cinco mucho más chulo -siempre lo imagino de color amarillo, qué cosas-...
La encontré de casualidad al leer el título mientras buceaba en los viejos tiempos de un foro: Viaje a Darjeeling. No tenía ninguna referencia más, pero el que llevara la palabra viaje hizo automáticamente que me atrajera, qué filón tienen en mí los publicistas y traductores. Al principio no me dijo nada especial -dejando aparte la luz, el color y la música: geniales-, y cuando ya prácticamente pensé en que no era lo que me esperaba, faltándome un trozo para ver -más largo de lo que pensaba-, sucedió una escena que hizo que me replanteara toda la película. Y que la guardara.
Cómo no, os la recomiendo. Y esta entrada no significa tampoco lo mismo sin escuchar esta canción:
Hola guapa! Pues voy a buscarla, a ver si la encuentro, tanto la de Darjeeling como la de Diario de motocicleta, que es la única de esa lista que no he visto.
ResponderEliminarSupongo que casi todos hemos deseado alguna vez dejarlo todo atrás y lanzarnos a la aventura, yo en más de una ocasión y últimamente con más frecuencia. Lo que no logro identificar del todo es aquello que nos frena, lo que nos impide llevar a cabo la locura (bueno, locura por llamarlo de alguna manera; a veces pienso que la locura es permanecer donde estamos...)
Un besazo, ya te contaré cuando la vea.
Pues habrá que ver. Aunque la de diarios de motocicleta me repele; hummm, sí vi into the wild :_(, qué final tan espantoso, ese darte cuenta de que la felicidad solo es real cuando es compartida. Y Thelma y Louis, :_)
ResponderEliminarBesos de poco o nada que decir
Supongo que hayas visto Easy Rider. Imprescindible en este género de películas. Aparte de la película también recomiendo el libro de Into the wild, de Krakauer, aunque una vez leído la película que hizo Penn es una muy buena adaptación.
ResponderEliminarSalu3
Da la impresión de que usted y sus amigos hablan tal vez demasiado.
ResponderEliminarSin embargo, también a mí me parece que las películas que nos hacen pensar que es posible dejarlo todo -aunque tengas un precipitado final-, son necesarias.
He recordado esos espantosos programas de tve española donde después de la la película de turno varios hombres y mujers sesudos se dedicaban a hablar de ella el doble de tiempo que todo el metraje entero de lo que vieron.
Un beso.
Esos programas que para tí eran espantosos, para mi eran maravillosos. Esos fueron los que a mí me engancharon a un tipo de cine hasta entonces desconocido para mí y que ahora es el que más me gusta. Los que me descubrieron que hay mucho más allá de una sucesión de imágenes con más o menos atino y una historia que nos guste o no nos guste.
ResponderEliminarQue pena que esos programas ahora no los pueda ver que no tengo telemadrid.
Salu5
Mister, de unos años a esta parte he conseguido acotar aspectos bastante importantes para mí. No entraré en detalles en este comentario, pero sí tengo claro cuáles son mis frenos, y dentro de ellos, que más bien podríamos llamar "responsablidades", no me quejo de haber podido cometer ciertas locuras ;)
ResponderEliminarAnt, cierto con lo de los finales espantosos. Pero ¿la vida no lo tiene? ains, mejor ni lo pienso...
Trebede, no vas a creer que no la he visto :$. Pero el remedio está en marcha desde hace un día y medio :) Gracias por las recomendaciones, pintan bien.
Carmita, estoy pensando que, como dice el amigo del que hablé, está bien hablar mucho, pero no es necesario hablarlo todo. Diciéndomelo también alguien con más años que yo tomaré nota del consejo.
Retrebede, iba a poner justito eso que acabas de poner tú. No lamentaré nunca lo suficiente que dejara de emitirse "Qué grande es el cine", y gracias a esos debates, Carmita "eguén" :P, aprendí a tratar de leer más entre líneas en cuanto a cine se refiere. Menos mal que aún nos queda "Versión española" y me gusta muchísimo el cine español, como he comentado más veces. Por cierto, no sabía que en Telemadrid daban ese tipo de programas.
De todos modos leí en la página de Feisbuk que muchos de los debates de Garci están colgados por ahi.
Saludos y besetes a todos.
Me apunto la recomendación.
ResponderEliminarHabía oído hablar también de Y tu mamá también y no he llegado a verla, a vre si la consigo.
Las demás que mencionas muy buenas, sí.
Me ha llamado la atención lo del 5. Yo también lo imagino de color amarillo, igual que la letra i.
Besitos!
En telemadrid se llama "Cine en blanco y negro", aunque es más de lo mismo que Qué grande s el cine. Buenas películas, misma ambientación, casi mismos colaboradores.. lo único que falta es la nube de humo ya que no pueden
ResponderEliminarSalu7
Cris, ¿seremos sinestésicas al 1%? :P. No me extrañaría nada, de algún sitio tiene que venir la rareza, jajaja.
ResponderEliminarJuanillo, qué gracia me has hecho con lo de la nube de humo, ¡claro! ahora todo en la vida es mucho más delicado, cómo nos hemos vuelto. Desde que vieron mal que saliera gente fumando en el cine, este dejó de ser el mismo; luego nos quitaron al hombre Marlboro, y de ahí a la excesiva susceptibilidad con estas cosas (y te lo dice una ex-fumadora orgullosísima de haberlo dejado). ¿Dónde iremos a parar? mmm, de momento esta noche veré Easy Rider :D, y lo siguiente será leer "El arte de ser feliz" de Schopenhauer. Como leí hace poco a Punset: "si te paras estás perdido".
Abrazos
Jesúúúus, olita llegando ahora; oyes, que yo no te veo oscura; solo que vi esa imagen de esa mujer intentando pensar lo que a mi modo de ver no es mas que la vagancia de quien tuvo el pincel jaajjaa, y me acordé de ti :), y pensé que cuanto menos te haría gracia (oesoesperomija)
ResponderEliminarbesos de me voy a pensar yo también en ello jajaja
Que sí, que sí, ¡claro que me hizo gracia! Y en cuanto al arte contemporáneo, opino lo mismito que tú: la mayoría de veces saca más sustancia el observador que quien lo pintó. Y seguramente no será, pero es la impresión que tengo.
ResponderEliminarBesos de domingo mañana :)