martes, 13 de enero de 2009

El Joven Unineuronal


¿Hasta qué punto pueden llegar a conocerse dos personas totalmente opuestas mediante un medio tan "frío" como la Red?

En ocasiones la vida te cruza con personas extrañas a tus ojos. Entonces puedes optar por hacer que pasen de largo, como se hace con decenas a lo largo de la vida, o bien intentar llegar a ellas, por ese algo desconcertante que intuyes.

Conocí hace un par de años a una de estas personas. Para no vulnerar su anonimato, le pondremos un nombre común, por ejemplo Juan :P.

Atesoro una relación rara con él, poco convencional. No creo que seamos amigos ni dejemos de serlo. Conocidos es una palabra muy pobre y triste para definirnos, y tampoco somos confidentes ni consejeros, porque nunca tocamos temas personales. Es por ello que su etiqueta es su nombre. Es simplemente Juan, y ahi queda todo dicho... y nada, realmente.

Su campo castellano y leonés le ha otorgado un carácter completamente opuesto al mío; su talante reservado contrasta enormemente con mi "onda expansiva" tan exagerada, tan mediterránea; su parquedad se da de bruces con mi locuacidad (al menos por escrito), y esas diferencias en ocasiones me exasperan, contradiciendo mi pretendida tolerancia y deseo de que las personas sean quienes ellas elijan ser.

Tras una trayectoria de muchas horas habladas, con altibajos, alejamientos y acercamientos, no se puede decir realmente que nos conozcamos. Y sin embargo, conocemos lo peor de nosotros mismos a través de los ojos del otro.

No sé si conociéndonos "en persona" pasaríamos esos ratos tan especiales y en ocasiones tan "desquiciantes", aunque sospecho que seguramente hablaríamos de otras cosas más mundanas, perdiéndose entonces ese algo raro y atrayente.

Tiene una sola neurona que aprovecha al máximo en el transcurso de sus días (que no son días normales, porque duran diecinueve horas).

Ah, y posee un secreto que desconoce hasta el mismísimo David Hasselhoff :D.

Pero no puedo revelarlo aquí.

Dejaría de ser un secreto ;).



5 comentarios:

  1. Pue si es rara vuestra relación. A mi no me parece la mejor manera de conocerse a través de la red. Es absurdo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, dejando aparte si es o no rara, no veo absurdez en el medio, si es que te refieres a conocer gente vía Internet... ¿acaso cambian las cosas al contactar en un bar, en un trabajo o por la calle? Digo yo que la calidad de lo que salga puede ser exactamente igual. No somos nombres terminados en hotmail, somos personas, eso no lo olvides.

    Otro saludo para ti.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, yo no dejaré aparte lo de si es rara o no.
    Con "raro" ocurre lo de siempre: No convencional, infrecuente, fuera de lo común... en fin, muy a menudo confundido lo raro con lo malo, desgraciadamente. Como no es "normal" (sí, eso, dígame usted qué es normal), es discordante, se hace notar, y suscita comentarios.
    Como éste.
    Para mí está claro que lo que no la hace normal no es que sea por internet. Faltaría más. Si tememos que nos mientan, la verdad, bien nos pueden mentir en un bar, en el super, o en donde sea que la gente se conoce y se relaciona.
    Después ya sería cuestión de valores, saber si el contacto con una persona nos suma o nos resta. Pero ahi la escala de grises parece infinita:
    - me cae bien como para buscar su opinión
    - me cae bien pero si no me dice algo tampoco pasa nada
    - me cae bien y echo de menos su presencia
    - no me desagrada, y cuando me lo encuentro, sin haber estado pensando en él, me anima su presencia
    - pché
    - pufff, ahí está otra vez
    - me cae como el piiiiii...

    En fin. Para grises, los de Franco.

    ResponderEliminar
  4. Tienes razón en que en el lenguaje de la calle el decir "raro" equivale muchas veces a dar por hecho que es malo.

    Sobre lo de sumar o restar, es la eterna duda que tengo con las personas. De hecho, dudo demasiado, no sé si eso es bueno, malo o regulín.

    Pondré un proverbio de esos que me gustan tanto, es turco esta vez:

    "El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos"

    ResponderEliminar
  5. Sí, he leído tu entrada sobre el frenazo...
    No es tanto el distanciamiento radical como el frenar un poco las confianzas. Aunque lo haya parecido con mi forma de expresarme, no me es nada sencillo tomar una decisión así de drástica. Esto surge a raíz de no querer sufrir decepciones que veo aparecer en el horizonte. Y conociéndome, y entregándome como me entrego, sucederá.
    No podemos, ni debemos, cambiar a las personas, ni obligarlas a comportarse o reaccionar como a nosotros nos gustaría. No tendría gracia, ni emoción. Pero hay situaciones en las que no te importa llevar la voz cantante y "guiar" la relación y ser el alma de la fiesta, y apoyar a ese amig@ en sus momentos bajos; pero hay otros en los que te alejas y ves que ese amig@ no hace nada para buscarte o saber como estás.(De ésto también hablaste hace poco, ¿verdad?) Y como soy de respetar la forma de ser de los demás y si actúan de alguna forma me gusta que sea por iniciativa propia y no pidiéndoselo (no tendría mérito así), antes que enfadarme y tirarle de los pelos, pues decido distanciarme un poco.
    Es muy difícil esto de las relaciones. Y yo las sufro mucho. tienes razón con lo de la coraza, también es una forma de protegerme.
    Lo dejo aquí, que creo que este comentario ha tomado unas dimensiones espectaculares.
    ;D

    ResponderEliminar

¿Te apetece aportar algo?