Iba a escribir sobre una película de la que todos hablan: Slumdog Millionaire. Digo iba, pero no lo haré, ya que siendo la película de moda actualmente, no creo que pueda aportar nada novedoso por mi parte. Sólo la impresión que tuve a medida que la iba viendo: La vida no vale nada (como cantaba Pablo Milanés). Un país que es todo un mundo, mucho sol, mucho color, muchos olores... y mucha mierda también, tanto física como psíquica.
Sí, con final feliz, pero con mucha desgracia vista antes, y mucha infancia lanzada a la aventura de vivir, de sobrevivir...
Vaya, y finalmente he hablado de la peli sin querer, glups. Es lo que tiene tener mucha cuerda, me lo haré mirar.
Estos días también se recordó el tremendo drama que se vive en Ciudad Juárez, entremezclado con el recuerdo diario de los civiles masacrados en Gaza, y el quinto aniversario del 11 M.
Y como ser humano, empatizas sin querer -queriendo-, y piensas cómo sería caminar siete lunas con los mocasines de las personas directamente afectadas, y la sensación general es de que todo es una tremenda Mierda, con M mayúscula, dotándola de autoridad como palabra, más allá de su significado literal y escatológico.
Pero resulta que la noticia más importante del día de ayer es que Javier ha conseguido curar a Andrés.
Y bueno, se te anuda la garganta, se te tapa momentáneamente la nariz y te reconcilias un poquito -sólo un poquito- con la vida.
Sí, con final feliz, pero con mucha desgracia vista antes, y mucha infancia lanzada a la aventura de vivir, de sobrevivir...
Vaya, y finalmente he hablado de la peli sin querer, glups. Es lo que tiene tener mucha cuerda, me lo haré mirar.
Estos días también se recordó el tremendo drama que se vive en Ciudad Juárez, entremezclado con el recuerdo diario de los civiles masacrados en Gaza, y el quinto aniversario del 11 M.
Y como ser humano, empatizas sin querer -queriendo-, y piensas cómo sería caminar siete lunas con los mocasines de las personas directamente afectadas, y la sensación general es de que todo es una tremenda Mierda, con M mayúscula, dotándola de autoridad como palabra, más allá de su significado literal y escatológico.
Pero resulta que la noticia más importante del día de ayer es que Javier ha conseguido curar a Andrés.
Y bueno, se te anuda la garganta, se te tapa momentáneamente la nariz y te reconcilias un poquito -sólo un poquito- con la vida.
Mal que les pese a éste y a aquellos a los que pone voz.
De todas formas, no creo que "éste" se atreva a decir abiertamente que no está de acuerdo con que Javier haya conseguido curar a Andrés. Éste y otros sólo dan coba por lo bajini.
ResponderEliminarUfff... con entradas de denuncia social me salen las dos respuestas de siempre. Y lo cierto es que las dos conducen a la misma conclusión a la que llegas con esta entrada: Por supuesto que la vida no vale nada... ¡vaya mierda!
ResponderEliminarCon la primera respuesta, me pondría a escribir y describir las causas por las que "así son las cosas" (todo muy fatalista), y viendo lo enlazado que está todo, como un enorme círculo vicioso, llegaría pronto a la conclusión de la mierda.
Con la segunda respuesta me saltaría describir las causas, sólo diría que las sabemos de sobra, y de nuevo, de cabeza a la Fernán-Gómez.
Vaaaya que sí!
¿ cuantos padres del Opus pagarían y habrán pagado costosos tratamientos y apoyarían sin lugar a dudas el nacimiento de otro ser, para ayudar a un hijo enfermo suyo ? El problema de la Iglesia es que se queda sin espacio de influencia, y recurre a recortar los avances, pues ella se quedó estancanda en la opulencia y la hipocresía...
ResponderEliminarSaludos
Yo creo que más que no valer nada, la vida lo que no tiene es precio, al margen de los gustos, opiniones y queaceres de cada cual y cada quien; pero creo que cuando nos ponemos a mirar criticamente la opinión de otros (como ratzinger y su corte)y nos jode que piensen de la manera que piensan, creo que de alguna manera le ponemos precio a la vida, en el sentido de que buscamos que haya un consenso y aprobación de todo el mundo y la munda y creo que es un error. La vida es lo suficientemente grande, sorprendente y poderosa para sobreponerse a todos los dimes y diretes de los pobres mortales que somos. Con la vida sucede como con la frase revolucionaria que dice "podrán cortar las flores pero jamás detendrán la primavera". Aunque lo del niño este no hubiese salido bien, la vida es la leche de guapa y suceden cada día un montonazo de cosas lindas, nuestro es el poder y la decisión para mirarlas, disfrutarlas y cargarnos de vida para que las cosas más jodidas sean más llevaderas si no las podemos evitar del todo.
ResponderEliminar(Mañana no vayais a misa que ya he puesto yo el sermón. Amen)
No ví la película,pero creo que está bastante bien,según tengo entendido...
ResponderEliminarLo de los hermanos ya lo habia oido y es una noticia de las mejores que se pueden oir. Tienes razón,te reconcilias un poquito más con la vida aunque haya "personajillos" como ese que les duela...
Un saludo.
Pero un poco, sólo poquito es suficient; a veces, y está bien que así sea.
ResponderEliminarOooooye, sé que tendría que haber preguntado antes, pero, ¿te importaría ser mi jurado abuelete? Sólo tendrías que estar atenta a los cometarios, elegir mas adelante los tres que mas te lleguen, y yo te estaré eternamente, musicalmente, agradecido.
Besos aleteando las pestañas
Vi la película este vinernes y me gusto mucho y no me gusto nada. Dice verdades como puños que suceden mientras estoy tan tránquilamente, sentada en el sofá de mi casita suceden en muchas partes del mundo. Denota lo que llegas hacer si no tienes con qué sobrevivir...
ResponderEliminarUna escena que me llamo muchísimo la atención (si no has visto la peli no sigas leyendo que te fastidiaré un poquillo) es cuando los niños saltan de vagón en vagón y yo sinembargo... cuando mis hijos estan en el parque no les dejo subir en ciertos sitios y se caen... Si yo dejase a mis hijos ahora mismo encima de ese vagón, seguramente se matarían. Es lo que hace la sobrevivencía.
No me gusta el final... como dice Majo, si.. es un final feliz... pero por desgracia un final que ninguno de esos niños tiene por desgracia la suerte ni de oler de lejos.
Aún así, la vida si merece la pena... por qué? No se describir porque... pero dentro de mi, mi corazoncito me dice que si la merece.
Besos esperanzadores.
Uoolitas de he vuelto; ná era para dejarte esto perdido de babas, suplicando que mañana, a eso del mediodía me envíes al correo los tres comentarios que más te hayan llegao, y el nicho que quieres parir :) :) :P
ResponderEliminarGraaacias y besos de os pondré la epidural